La sede del RACC en Barcelona acogió, el jueves 15 de mayo, una nueva sesión del ciclo de encuentros Mobility Institute Talks. En esta ocasión, se presentaron los últimos resultados del Barómetro de la Nueva Movilidad y se realizó una mesa redonda sobre los principales retos de movilidad en Barcelona.
El encargado de abrir la jornada fue el director del Área de Movilidad del RACC, Cristian Bardají, que dio la bienvenida a los miembros adheridos al Mobility Institute presentes en el encuentro. A continuación, el coordinador del Mobility Institute, Jordi Casas, presentó los resultados del Barómetro de la Nueva Movilidad correspondientes al cierre de 2024 y avance del primer trimestre de 2025.
Las conclusiones del informe dieron pie a la celebración de la mesa redonda, también moderada por Jordi Casas, con la participación de:
- Marc Iglesias, Dirección de Servicios de Movilidad Sostenible de la Autoridad Metropolitana de Barcelona (AMB).
- Jose Rodríguez, data scientist y miembro del Consell de Treball, Econòmic i Social (CTESC) de Catalunya.

A continuación, se recoge un resumen de las intervenciones de los participantes en el evento.
Presentación del Barómetro de la Nueva Movilidad
- En la presentación de los resultados del barómetro en 2024, Jordi Casas (Mobility Institute) destacó que se mantiene la tendencia al incremento del uso del transporte público en Barcelona y Madrid, «en un contexto de subvención de los abonos de transporte y de estancamiento tanto de la movilidad privada como activa». Respecto a la satisfacción de los usuarios sobre su modo de desplazamiento habitual, citó «un ligero descenso de la media en ambas áreas metropolitanas. La moto sigue siendo el modo más valorado en Barcelona y en Madrid destaca la subida de la valoración de Cercanías tras los problemas de 2023». Otras tendencias a destacar son el aumento de la tenencia de bicicletas y VMP en Barcelona, y «un significativo incremento del uso de servicios de movilidad compartida en ambas ciudades».
Mesa redonda: retos y oportunidades de la movilidad en Barcelona
- En sus intervenciones, Jose Rodríguez (CTESC) trasladó la necesidad de que la oferta de movilidad metropolitana evite una visión «Barcelona-centrista»: «El grueso de la movilidad se da entre comarcas o entre municipios de una misma comarca, pero la oferta de transporte público cubre sobre todo la entrada a Barcelona y la movilidad dentro de la capital». Como consecuencia, «el 60% de la movilidad laboral se realiza hoy en vehículo privado y no hay previsiones de que mejore en los próximos años, porque la evolución de la oferta de transporte público se verá compensada por el incremento de la movilidad. Es muy probable que, a pesar de los esfuerzos que se realicen, mantengamos un porcentaje muy similar». Para mejorar la situación, defendió una estrategia integral que contemple la mejora de la fiabilidad de Cercanías, la creación de líneas orbitales de buses rápidos y una apuesta decidida por la bici: «El transporte público no es competitivo en recorridos de 2 a 10 kilómetros, donde sí lo puede ser la bici siempre que se garantice la continuidad de los itinerarios». También citó el potencial de acciones de reorganización del trabajo como el teletrabajo o la reducción de jornada laboral.
- Marc Iglesias (AMB) también apostó por la necesidad de «metropolizar Cataluña». En este sentido, defendió las acciones recientes de la AMB, como la renovación de contratos de líneas metropolitanas de autobús, «el modo de desplazamiento que más ha crecido en los últimos meses, muy por encima de la media». Como caso de éxito, destacó el revulsivo de esta mejora de la oferta en localidades de la segunda corona metropolitana, como Sant Cugat o Cerdanyola. También puso en valor las acciones de promoción y mejora de la movilidad compartida, «con una cuota todavía baja, pero un gran poder transformador en el progresivo abandono del uso del vehículo privado». Junto con la potenciación del bus metropolitano o la movilidad compartida, otras acciones relevantes para «metropolizar Cataluña» pueden ser la extensión de medidas de bajo coste, como el servicio SMOU, las Zonas de Bajas Emisiones o la red de electrolineras. Por último, insistió en la necesidad de «incorporar el vector social en el proceso de descarbonización que deben impulsar los fondos europeos, con el objetivo de garantizar una nueva movilidad más justa y equitativa».
En el turno de preguntas que se abrió tras la mesa redonda surgieron temas de especial interés, como la necesidad de incorporar nuevos colectivos en el análisis de la movilidad (se citó, principalmente, a mujeres y menores de edad) o el papel de los Planes de Desplazamiento de Empresa (PDE) en la fase actual de transición.