Perspectivas del Vehículo Eléctrico en España

La velocidad de transición hacia este nuevo modelo de movilidad eléctrica dependerá de las políticas públicas que se adopten y al fomento de la utilización de este tipo de vehículo ya que, hoy por hoy, el vehículo eléctrico no compite en condiciones de igualdad con los vehículos a motor tradicionales.

El vehículo eléctrico tiene todavía un coste de adquisición muy superior al de un vehículo con motor de combustión interna de prestaciones equivalentes y también existen limitaciones en cuanto a su autonomía derivadas tanto de la capacidad de las baterías como de la disponibilidad de una red de recarga eficiente.

En contrapartida, el coste de utilización del vehículo eléctrico es claramente inferior al de sus homólogos de motor de combustión interna gracias, fundamentalmente al menor coste energético, de mantenimiento y también a ciertas ventajas fiscales y rebajas en tasas públicas.

El grado de implantación dependerá de la utilidad individual, mayor capacidad de movimiento otorgue y mayor el ahorro efectivo a lo largo de toda su vida útil, y de la utilidad social, determinada por la reducción de externalidades ambientales que deriven su uso. El éxito del VE dependerá de las políticas públicas que se adopten para incentivarlo, en particular, políticas fiscales y de tarificación de la energía. Y, en este campo existe todavía un largo camino por recorrer si se comparan los precios relativos de la energía eléctrica y de los carburantes en España respecto a lo que ocurre en otros países europeos.